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sábado, 29 de enero de 2011

Hoy he creído en la inocencia de este ciclista

Hoy he escuchado, visto y sentido palabras de una persona que dice la verdad. Alberto Contador ha demostrado a muchas personas, lo que nadie se pensaba, que va a marchar hasta el final. Él es inocente y no quiere que le penalicen por algo que no hizo.

Ayer sentía un asombro inmenso cuando Juan Carlos Castaño, presidente de la Federación Española de Ciclismo, decía en radio, con total normalidad, y sin que nadie de los presentes dijera absolutamente nada, que a Alberto Contador le vendría bien aceptar el 'más que posible' año de sanción por ese positivo por clembuterol (50 picogramos). Sustancia que se encontró en su cuerpo, al parecer al haber ingerido un filete contaminado. Yo no soy ciclista, ni me considero conocedor de este deporte, me gusta verlo. Pero sentí por el cuerpo una rabia contenida, y me dije a mi mismo, que si el ciclista español, ayer hubiera dicho en rueda de prensa que aceptaba tal sanción (que digámoslo claro me sonó a 'oferta') sería culpable. No me equivocaba de persona. Recurrirá y llegará hasta el final, como cualquier inocente. Como cualquier persona que no hizo trampas.

Y hace bien Contador. Qué es cierto que desde la UCI se persiguen a los corredores españoles; puede. Que es más que probable que había sospechas por dopaje en el ciclista madrileño. ¿Sobre quien no a día de hoy?. Casos reales de dopaje como el de Floyd Landis, Jan Ullrich o el mismo Alexander Vinokourov dejaron 'tocado' al deporte de las dos ruedas, al ver como los mejores del circuito profesional caían en la trampa. Desde entonces nadie se libra. Como no se libró ni Lance Armstrong.

Valga lo expuesto, yo le creo. Un caso similar, pero al que no me acojo para nada, es de Alejandro Valverde, ¿por qué?, pues por que el ex campeón de la Vuelta estaba señalado en una de las peores Operaciones contra el dopaje (O.Puerto). 

No entiendo como a alguien se le puede sancionar sabiendo (científicamente) que la porción de clemburerol no aporta ninguna mejora al organismo. Incluso, dicho por científicos;

'Uno de los más importantes científicos del Comité Olímpico Internacional (COI) ha explicado que "el valor de 50 picogramos localizado en la orina de Contador no le habría aportado ningún suplemento para mejorar el rendimiento en las etapas del Tour, por lo que hay una base para creer que el origen pudiera estar en la ingestión de una carne adulterada' (Periódico de Cataluña. 30-09-2010)

Entonces a uno sólo le queda pensar que la queja es por simple queja. ¿Debe el deporte español quejarse de lo sucedido?. No, debería actuar, y sinceramente hecho en falta al Secretario de Estado para el Deporte (ver enlace), que sólo está para ponerse 'medallas' cuando la ganan los nuestros, pero cuando sufren los deportistas de verdad, que no han hecho trampas, están muy solos... 

En resumidas cuentas. En su momento dudé de él. Hoy lo creo. Pueden llamarme lo que quieran, pero la honestidad con la que Alberto Contador hizo público en su día su inocencia, como las palabras de hoy, le honra mucho.

El tiempo dirá si se queda en nada, o si le caen dos años, uno, o los que sean. Pero si en este deporte, ya castigan hasta a los que no hacen nada, sólo para que la UCI obtenga trofeos de estas batallas sin terreno de juego, es muy triste.

A Contador sólo le queda que 'llamar a las puertas del cielo' como hizo en su día Bob Dylan. Pero antes, eso sí, como diría el músico americano, que le quiten las medallas que consiguió en vida... en su vida como ciclista profesional.



1 comentario:

  1. Hay mucho asunto turbio en torno al positivo de Contador: el ínfimo porcentaje de una sustancia dopante, pero que no mejora el rendimiento; el acoso y derribo al que se ha visto sometido desde determinados medios de algunos países de nuestro entorno... Yo no sé si es inocente o no, ni pondré la mano en el fuego al respecto, pero sí es cierto que, parafraseando a Shakespeare, algo huele a podrido en Dinamarca.

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