¿Qué se le pasa por la cabeza a Fernando Alonso?

Ya han pasado muchos años desde que Fernando Alonso, ese piloto que asomaba su cabeza por el monoplaza de Minardi, consiguiera su primer Campeonato del mundo de F1 a los mandos de un Renault. Un año en McLaren, dos en Renault, y nada; y el primer año en la escuderia de las escuderías, Ferrari, parece que no le ha dejado en el lugar que se merece.

Y digo que no se merece, porque a lo largo de estos años se ha podido observar que el asturiano es un piloto que sabe conducir, y que sabe ser un mecánico más en su box. Los reglajes de su coche los discute con sus mecánicos, con el patrón de su equipo, no es de lo pilotos (que es cierto que cada vez hay menos) que se sienta y le dicen que es lo que tiene que hacer y que es lo que no debe hacer. Nada nuevo le voy a contar al que entienda algo de Fórmula Uno.

Pero, ¿qué le pasa al campeón español? Puede haber muchas respuestas, y yo sinceramente no las tengo, pero si podemos hacernos una idea de lo que puede pasar por la mente de Alonso, a la altura de campeonato en la que nos encontramos. El principal problema, que creo que para Alonso es un 'problemilla' es la diferencia de puntos frente al líder del Mundial Lewis Hamilton; 41 puntos, aunque no hay que olvidar que Mark Webber está a 39. Todo hace indicar que es ua dferencia que parece insalvable, pero que con el nuevo sistema de puntos tampoco parece tan lejana (más o menos la mitad en el sistema anterior). Y como tal Alonso puede conseguir un total de 150 puntos más, que son 25 por cada una de las seis carreras que le quedan al Campeonato Mundial.

Es ahí otro de los problemas, quedan 6 carreras; dos del gusto de Alonso, Italia y Japón; y de las otras cuatro dos son nuevas, Abu Dhabi y Corea. Por lo tanto dos incognitas. A priori, los reglajes y mecánicas son mejores para Ferrari en Monza (GP Italia) y en Marina Bay (GP Singapur), pero no hay que olvidar que los errores se pueden quitar más que dar. No olvidemos que el piloto asturiano ha utilizado ya siete motores de los ocho permitidos, con lo que tendrá que utilizar el mismo que ya utilizara haces unas semanas en Spa-Francochamps. Por lo que, aunque sea mínima, hay una desvetaja en ese sentido con otros pilotos de otras escuderias como McLaren o Red Bull, que llevan utilizados cinco (como es Webber o Vettel) o seis (Lewis Hamilton). Eso es una preocupación clara en la mente del asturiano.

¿Pensará Alonso en las demás escuderias?, aunque el discurso sea negativo, y siempre digan los pilotos que no les quita el sueño, eso ha sido siempre así. Ya lo hacía Prost, Senna o el mismo Michael Schmacher con sus rivales. Es cierto que ahora Red Bull y McLaren están por encima de Ferrari, y eso incomoda, sobre todo en las tandas de clasificación, y observas que sólo puedes hacer un tercero, o un cuarto puesto haciédolo al 100%.

Además de todo esto hay que hablar de la presión lógica que está recibiendo por varios motivos:

1. Estar en una escudería como Ferrari. Como se dijo antes ya no valen las excusas de los dos últimos años en Renault. Pueden que no salgan las cosas como se habían planteado al principio de la temporada, pero si no vences con Ferrari, y te presionan desde la prensa o desde las altas esferas con comentarios como "Alonso nunca será un campéon como Schumacher", vertidas por Lauda hace unos meses, no deben sorprender a nadie. Aunque la reiteración puede molestar, incluso crear dudas de la valía como piloto. Alonso debe estar por encima de todo ello, pero nunca se sabe hasta que punto está una persona preparada psicológicamente en ese sentido. Si aguantó lo vivido en McLaren en 2007, con Hamilton y Ron Dennis, esto debe ser 'agua de borrajas'. Pero nunca se sabe.

2. La presión por ser doble campeón del mundo. Se puede decir que Fernando Alonso consiguió lo más dificil, que es ganar dos títulos mundiales con un coche 'menor', como era el Renault, ante pilotos como Michael Schumacher en Ferrari u otros como Kimi Raikkonen o Juan Pablo Montoya. Ahora la diferencia es que ya no es un novato, o no lucha por hacerlo bien. Lucha para ganar. El discurso del "bueno si no gana no pasa nada", cambia al de "Alonso debe ganar, es un campeón". Otro ejemplo era con los abandonos, antes el público decía "ha tenido mala suerte, no pasa nada la siguiente carrera lo hará mejor", ahora es "Alonso no sabe lo que hace, tiene tan poca humildad que se merece esto". Increible pero cierto; todo ello por ser campeón del mundo. Es más lo han tachado de prepotente y de poco humilde, cuando eso, y yo no lo conozco, es mentira.

3. La igualdad y sus rivales. Alonso no tuvo tantos rivales antes como ahora. La igualdad ha convertido a la Formula Uno lo que desde hace muho tiempo quería el aficionado. La gente se aburría viendo como Schumacher ganaba siempre, o como la lucha era entre dos o tres pilotos (en un año bueno). Se puede decir que a fecha de hoy, en septiembre, hay cinco pilotos (los dos de McLaren, los dos de Red Bull y el propio Alonso) que optan al títulos, y que otros tantos como Kubica (Renault) o Nico Rosberg (Mercedes) luchan en cada carrera por meterse en podios. Ese handicap es peligroso para cualquiera que no sepa llevarlo. Alonso nunca tuvo tantos rivales, y eso ha podido desestabilizarlo en algunas pruebas pudiendo provocarle fallos propios. Fallos que nunca ha tenido en otras épocas. 

Lo único en lo que debe centrarse el 'Nano' es en las pistas, en su conducción, que ya ha pasado mucho tiempo, se han cometido muchos errores este año. Ya no hay tiempo para lamentarse, sólo en hacerlo lo mejor posible. Si no se gana, no ocurrirá nada, puede que haya muchos 'palos', pero Alonso nunca habrá desestimado esfuerzos por ganar, y por hacerlo lo mejor posible.

Si lo ha hecho dos veces, quien os dice que no lo puede hacer más. La proeza de Fernando Alonso es grande, complicada, ¿no se han conseguido metas más imposible en el mundo del deporte? Primera Parada Monza este fin de semana.

Toda la suerte de Fernando Alonso en lo que queda de Mundial.